Sábado 27 de Marzo del 2010
Sala Salamandra, Barcelona
Fotografías por Angel Trullen
Texto por Felipe Trigo
Como presentación de su nuevo disco de mezclas ‘Dogmatic Infidel Comedown OK’, anagrama de ‘Kingdom of Welcome Addiction’, IAMX están de vuelta con un tour de primavera para Europa. Nuestro país era una cita ineludible teniendo en cuenta el número creciente de fans y las incursiones que realiza la banda en un amplio abanico de movimientos, desde el Indie, pasando por la Electrónica más vanguardista hasta las convenciones más alternativas e incluso “dark”. Y es que dan fe de ello las variopintas colaboraciones de su último trabajo, con formaciones como COMBICHRIST o AESTHETIC PERFECTION.
En lo que concierne al conjunto del ex – SNEAKER PIMPS, pudimos apreciar cambios significativos: ni el incombustible guitarra, Dean, ni el excelente batería, Tom, que han formado otro proyecto paralelo, estaban presentes. La sala, rebosante de público y expectación, acogió con alborozo la aparición del frontman, para el que cada directo supone una experiencia sólo comparable a hacer el amor con cientos de personas.
Abrió la noche “The Great Shipwreck of Life”, como en todas las etapas de esta gira caracterizada por un nuevo montaje más poderoso y teatral que el anterior. En aquella ocasión (2008) disfrutamos de un show algo más sobrio, del que quedan como reminiscencia los arreglos de los sintetizadores que enlazan elegantemente las pistas. “Nature of Inviting”, dotada de una sensualidad desaforada, dio paso a “The Alternative” el hit indiscutible de la banda que Chris Corner reinterpretó llevando las riendas de la percusión. Con el público ya en el bolsillo, entonó “Sailor”, irresistible pieza de su primer álbum, que es en sí un himno a la ambigüedad sexual. “My Secret Friend”, hizo bajar el tempo y sirvió de preludio a “I am terrified”, cuya desgarradora potencia ha sido deconstruida por Alec Empire en los últimos mixes. “Running” y “Mercy”, tratadas con introspección y delicadeza, conformaron un momento mágico del concierto, donde brillaron la etérea calidad de la primera y el preciosismo romántico de la segunda. La hipnótica y enigmática “Tear Garden” nos hizo salir de la melancolía y con “Spit it Out”, todo un clásico melodramático, entramos en una nueva espiral de júbilo y exaltación. “You Can Be Happy” nos hizo vibrar hasta niveles insospechados gracias al trepidante diálogo entre el guitarra y el vocal, ahora un desbocado baterista. Alcanzamos el cénit con “Think of England”, cuyo imparable riff funciona sensacionalmente en cada directo. Hasta aquí, el grueso del concierto.
“Kiss and Swallow”, siempre una de las favoritas, abrió el primer encore donde rutilaron la espectacularidad de “Nightlife”, glamuroso electroclash, y “President”, uno de los mejores revival del cabaret y el vodevil del momento.
En el segundo encore, “Kingdom of Welcome Addiction” nos sobrecogió a todos una clara alusión a la tauromaquia (no sabemos aún si Herr Corner quiso avivar nuestra polémica) y para culminar, como viene siendo habitual “After Every Party I Die”, electrizante rompepistas donde los haya.
En total, diecisiete temas frente a los dieciocho de París o Londres, con algunas variaciones en el set, ya que brillaron por su ausencia hitos del electrorock como “The Negative Sex” o “Bring me Back a Dog”.
El aforo de la sala quedó algo justo debido a la gran afluencia de público; tampoco disfrutamos del sonido impagable de una Bikini. En cuanto al conjunto, la teclista Jeanine rebosaba energía y simpatía a raudales; no así Alberto, el guitarrista, que se mostraba demasiado impasible y tremendamente descafeinado. El batería hizo un trabajo más que aceptable teniendo en cuenta su inmediata incorporación.
Y por último, Chris, que hizo gala del carisma y el virtuosismo vocal al que nos tiene acostumbrados, aunque se mostró algo más distante y retraído, lejos ya del arrojo y del éxtasis que alcanzaba sobre los escenarios en el 2007. No por ello vamos a obviar que IAMX seguirá siendo un “Dr. Jekyll & Mr. Hyde” de la música, una de las mejores y más rompedoras bandas de la década, que consigue como nadie casar pasión y desenfreno y suscitar todavía inquebrantables adhesiones.
Fotografías por Angel Trullen
Texto por Felipe Trigo
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