Jueves 4 de Febrero del 2010
Sala Apolo Club, Barcelona
Texto por Xènia Senserrich
SUNN O))) son de esos grupos que los amas o los odias. Muchos son los que perciben su música como simple ruido molesto, grave, como si te hubieras dejado la guitarra encendida justo al lado del amplificador, otros encontramos en ellos un “algo” que nos atrae. Con motivo de su reciente lanzamiento ‘Monoliths & Dimensions’ han encabezado una gira mundial en la que se incluyó la península ibérica.
De camino a la sala, la ciudad condal estaba envuelta en nubes negras descargando llovizna y un aire siberiano, la atmósfera ideal para entrar en ambiente antes de un concierto de Drone.
Los encargados de caldear la noche fueron EAGLE TWIN, grupo formado por dos americanos que practican Doom-Sludge a la vieja usanza, recordándonos en momentos a grupos como ISIS o PELICAN. En 50 minutos nos presentaron su disco debut ‘The Unkindness of Crows’, del cual no sabría decir con exactitud el set-list porque salieron a escena y tocaron sin ningún descanso hasta finalizar su tiempo de actuación. Aun siendo solo dos componentes, Gentry Densley (voces y guitarra) y Tyler Smith (batería), hicieron una magnífica actuación, por un lado afinando la guitarra de tal modo que la parte del bajo quedaba suplida y, por otro, siendo tan duros y pesados sus golpes en la batería que las baquetas se resintieron, acabando rotas. Todo un descubrimiento a tener en cuenta.
Llegó la hora de SUNN O))). No hacía ni un año que el grupo formado por Stephen O´Malley y Greg Anderson había actuado en la ciudad condal en el Primavera Sound, y dos años antes en el Sonar, siendo en ambos festivales todo un éxito entre un público ajeno a los sonidos metaleros, y eso se notó. La sala estaba hasta los topes, llena de gente variopinta, ansiosa por ver a los americanos en directo. Como viene siendo habitual en ellos, sus directos se caracterizan por la cantidad de humo, indumentaria cual monjes, y el volumen de los instrumentos, del cual pudimos hacernos una idea antes de empezar la actuación debido a que en el escenario se había formado una barrera de amplificadores. En esta ocasión, y debido a que en su último disco colabora Attila Csihar (MAYHEM, ABORYM, entre otros), el dueto pasó a ser cuarteto por el, llamémosle, personaje mencionado anteriormente y Steve Moore (EARTH, STEB MO).
Primeramente salieron todos excepto Attila al escenario y, sin mediar palabra alguna, empezaron ejecutando “Aghartha”. Como es normal en ellos, sus conciertos son sin set-list previo e improvisando las canciones. Al rato apareció Attila, esperado por todos, que en breves se convirtió en el protagonista de la noche. Con más humo que cuando te haces un submarino y prohibiéndonos el uso de flash al hacer fotografías, poco a poco su música nos dejó en trance. El grupo, por más que improvise, al tener un esquema a seguir, se coordina muy bien a la hora de ofrecer el espectáculo para crear la atmósfera que pide su música, haciendo a la vez movimientos lentos y pesados, pasándose la botella de vino como si estuvieran haciendo un ritual, y tocando todo lo grave posible para que la reputación que se han formado se lleve a cabo. Como he mencionado anteriormente, el protagonista de la noche fue Attila, ¡y es que no es para menos! Él es todo un showman. A parte de ser un cantante idóneo para este tipo de música, con su voz grave y putrefacta, nos deleitó con cantos budistas, llegando a ratos a hacer las famosas “dos voces”. Por parte de Steve Moore, se dedicó a tocar el teclado y mezclar la música con los samplers grabados, a parte de tocar cuatro notas con el trombón.
Otra de las canciones que se pudieron reconocer fue ‘Chooms’, que se hizo algo monótona al pasarse unos 20 minutos tocando la misma nota. Aprovecharon este momento para que Attila saliera del escenario y volviera a aparecer con un traje cual Estatua de la Libertad, con una corona que parecía hecha con ramas de árbol, una máscara bastante angustiosa, dando el efecto de derretida, un traje hecho con placas metálicas sin sentido estilístico alguno y, lo más impactante, los guantes de rayos láser. Aprovechando la nueva llamada de atención de los asistentes, interpretaron ‘Big Church (Megszentségteleníthetetlenségeskedéseitekért)’ que, entre el título, y el traje de marciano sónico de Attila, ofrecieron un final de concierto de lo más llamativo.
Ver en concierto a estos chicos es toda una aventura. Primeramente, por el hecho de que la música que ejecutan no es que sea algo muy alegre o triste, simplemente son riffs (apenas quedan influencias de sus primeros discos en donde podíamos encontrar influencias Black metaleras) que te calan hasta lo más hondo de tu cuerpo, y segundo, nunca sabes si lograrás aguantar las cinco o seis canciones que les da tiempo a tocar, no sabes si lograrás alcanzar el trance con su música o te aburrirás. Lo que suele pasar normalmente es un trance con altibajos en los que a ratos el resto del mundo desaparece, y en otros regresas y te ríes por toda la performance que hacen para que el directo sea creíble. Personalmente, nunca había sido capaz de escuchar un disco entero suyo, siempre eran canciones sueltas y cuando el día o la situación lo pide, pero la hora y media de conciertos que ofrecieron y en primera fila, me supo a poco. Como no, y pese a llevar tapones, los oídos se quedaron resentidos del volumen que hacía que absolutamente todo tu cuerpo vibrase al son de los riffs, una sensación muy extraña que perdura horas después de su finalización. Como pasa con su música, SUNN O))) son un mundo a parte y en sus directos lo dejan claro.
Opiniones de nuestros clientes
Recibe nuestras novedades